Lienzo en blanco



Lienzo en blanco
(04/08/2010)

I
¡Ahí estás! Esperando el contenido,
alba superficie, llano expectante
del íntimo sentimiento inconstante,
del amor y del dolor tan sentido.

Testigo serás, prueba ante el olvido.
Quizás viajes con un destino errante,
cual quieto y mudo espíritu parlante,
declarando en la emoción lo vivido.

Nueva gran afrenta, momentos duros,
para hollar en esa tela pura,
llenándola de los claros y oscuros

que vienen del pincel y la pintura,
derribando de la mente los muros
que impiden toda expresión con soltura.

II
Se viene invocando la oculta musa
que nos invada el hondo sentimiento,
llenando el hueco con mucho talento
para afrentar con éxito la tusa(*).

De nada servirá poner excusa
de que ella viene mecida en el viento,
en viaje lejano, cómodo y lento,
y allá en el horizonte va difusa.

Todo ello ya está en nuestro yo profundo,
pozo de inspiración inagotable
en el que siempre me baño y me hundo

con el alma transparente y estable,
angosta puerta abierta al otro mundo
unido a éste por tan fino cable.

III
Formas, ritmos, tonos, también colores,
observa la mente allí ya plasmados,
que por el sentir le han sido inspirados
venciendo los más íntimos temores.

Y no serán vanidosos honores
sentir esos sentimientos amados,
del tránsito interior elaborados
y de todos aquellos, los mejores.

Llantos, risas, alegrías y penas
son las fuentes del espíritu artista,
vivo ímpetu que corre por sus venas,

pura esencia del pintor colorista
que usa el pincel para romper cadenas
como una profunda y aguda arista.

IV
El inmenso blanco no acepta todo,
penoso ejercicio de concreción
de entre una tan fecunda libación
que torna la mente tal de un beodo.

Será motivo de nuevo periodo
una parte de esa acumulación,
para introducir una variación
y revelar, del nombre, nuevo apodo.

Todas las ideas van al cedazo
a ser cribadas según su calibre,
y tomar de todas aquel pedazo

que en consonancia con el todo vibre
para, del gusto, el más dulce solazo
y bello así el conjunto se equilibre.

V
El artista es un pensador que siente
y vierte al mundo en agradables formas
todo aquello que sus internas normas
le obsequian a su dilatada mente.

Al artista siempre verás de frente
saliéndose de las sociales hormas,
que le producen las estrechas cormas(*),
para saciarse en su infinita fuente.

El espacio liso, blanco y profundo
que del mirar absorto le cautiva,
le conmueve y le lleva al nuevo mundo

del que obtiene materia nutritiva,
haciéndole amoroso, harto fecundo,
para mantener toda el alma viva.

VI
Una primera mancha le obsesiona,
raíz de la frondosidad postrera,
sobre la que calzar la parte entera
y con la que cuadra, encaja y entona.

Su mano ataca firme y emborrona
al albur de su interior, y así opera
labrando y sembrando una nueva era
que con sus duelos y amores abona.

Ahí va creciendo el fruto esperado,
del color, la mezcla clara y oscura,
para desvelar lo no desvelado

que cubra toda aquella vasta albura,
y, alegre, premie siempre lo sembrado,
del artista, el alma grácil y pura.


..ooOoo..