Ser



Ser
(07/05/2010)

Salgo de mi yo y me disuelvo todo
como pensamiento fugaz en la memoria.
Ahí habito la dulce ausencia, libre,
de ser en el no ser efímero y baldío.

El dolor escarlata se vuelve ausente
y abre la cancela esmeralda de mi ser,
embriagado del dulce perfume de la dicha
que anhela transitar el camino sin meta.

Ahora un paso, luego otro en lento caminar
libre de la nostalgia herrumbrosa,
aquella que enmarca un ayer dormido
y bañado en oníricas fantasías rotas.

Escruto el interior de mi alma viva
con la nueva luz nutricia y sanadora
reflejada por mil espejos diminutos,
mil brotes de tiernas emociones nacientes.

Anulo el yo vestido del rasgado ego.
Me voy de él y le observo lejano
desde mi ser de transparencias,
desde el ser claro y desnudo en deseos.

Mis pupilas van cerrando, cansadas,
el crudo manantial del salado dolor,
agotando el cruel sentimiento púrpura
que permanece en el yo abandonado.

Soy y siento como nunca antes lo hice.
Emociones alternas de hielo y fuego
entran y salen de mí a través de la piel,
y de mis dulces memorias pretéritas.

Esa denostada soledad que me oprime
se va quedando sola, muy sola ya,
y se rompen las cadenas que me atan
al yo que no soy, al yo que no quiero ser.

Voy a estar un rato más conmigo
escuchando el tiempo que me acota,
andando de la mano ebúrnea del ser,
de quien soy, de quien en mí transito.

..ooOoo..